Después de más de 15 años trabajando con un horario que me obligaba a salir de casa a las 8:00 de la mañana y llegar a las 20:00 de la tarde, no estaba quemada, estaba “churrascá”, ya las cenizas casi ni se veían del tiempo que llevaba abrasada.
Pero estaba atada a una cadena invisible que yo misma me ponía y además siempre intentaba racionalizar mi decisión de no moverme del puesto con argumentos de peso:
- Un sueldo fijo y seguro todos los meses
- Un trabajo que ya hacía con la izquierda y casi que con los pies
- La confianza de mi exjefe en mi manera de hacer las cosas
Sinceramente el miedo a quedarme sin esas condiciones no me hubiera dejado atreverme a dar el salto si no hubiera sido porque me quedé embarazada y las prioridades cambiaron por completo.
Pero ahora que se cómo hacer que el paracaídas se abra si me lanzo, quizás lo hubiera hecho mucho antes.
No es que todos esos años no hiciera otra cosa que trabajar de 8 a 20. Aprovechaba el trayecto en tren de casa al trabajo y del trabajo a casa y las horas de descanso 2 a 4 estudiando o leyendo.
Tenía ganas de cambiar de trabajo y de horario y tenía que prepararme. El mundo profesional no para de reciclarse.
De todos los cursos o masters que hice durante esos 15 años, no hay ninguno que tuviera la cantidad de aportaciones útiles que encontré en el programa de Javi Pastor.
Ninguno he dicho.
Y eso que hice ciclos superiores completos, cursos de universidades diferentes y participé en varios itinerarios guiados en plataformas online.
Todo lo que explica módulo por módulo este chico es impresionante.
Es claro, sencillo, lo hace en vídeos o en audios que puedo oír o ver desde donde me de la gana y a cualquier hora.
Las clases en directo y las sesiones de preguntas y respuestas se quedan grabadas, así que puedo acceder cuando quiera y pegar un repaso si no me acuerdo de algo.
Como te decía, me quedé embarazada, y mientras estaba de baja por maternidad hubo varios cambios estructurales en el despacho donde trabajaba.
El plan en principio era reducirme la jornada y estar con mi hija por la tarde, pero debido a muchos factores en los que ahora no voy a entrar, mi jefe prefirió llegar a un acuerdo amistoso conmigo porque necesitaba una persona todo el día para mi puesto.
Agradezco mucho los momentos buenos y todo lo aprendido que pude llevarme de los años que trabajé con el equipo, pero sí es verdad que necesitaba hace mucho tiempo un cambio de dirección para poder seguir creciendo como profesional.
Llegar a ese acuerdo fue lo mejor que pudo pasarme. Podía estar con mi hija y seguir mi camino tranquila económicamente, porque había sido un despido que me daba derecho a una indemnización.
Gracias Salvador.
Cada persona tiene unas circunstancias diferentes. Si no me hubiera encontrado con esta situación seguramente no me hubiera atrevido a dedicarme en exclusiva al marketing digital y posteriormente al copy.
Sí me hubiera ido formando como copywriter, como lo hice en otras materias cuando trabajaba por cuenta ajena, pero quizás lo hubieran hecho a otro ritmo.
Así que no lo descartes si estás valorando la idea de ganarte la vida escribiendo.